Esa magia que despiertan las estrellas fugaces al volar el cielo infinito
Esa ternura, plena y pura, que exprime el alma y jala de punta
La dulzura misma, hecha de miel y de azucar, con colores blancos y almohadones de pluma
Calor perfecto, de oton~o al mediodia, que no quema y siempre suaviza
Girasol de terciopelo, amarillo y rosado, que soba sin saber y anima al solo ver
Espiritu ambulante que oasis en marmolina sin sol me brinda
Mamita, la de ojitos verdes que pinta esta tinta sincera y en lujo de rima